domingo, 11 de mayo de 2014

Osito de trapo


Esta es una entrada muy especial, no tanto por el tiempo que llevo esperando para publicarla (que es mucho muchísimo) , sino por el contenido...
Hace bastante tiempo, en el post de las muñecas, os hablé de un proyecto que tenía en mente súper secreto y muy muy bonito.
Han pasado casi ocho meses desde que me planteé hacer un oso de trapo para Alaia. 
Empecé a buscar modelos y di con un blog que tenía el patrón perfecto.
Como la tela que iba a usar para hacerlo es muy especial, no me atrevía a cortarla sin investigar antes como podía quedar, así que decidí hacer una prueba en una tela de peluche que compré hace tiempo. 
También decidí que si la prueba me quedaba aceptable, mi primer oso de peluche, sería para Candela. 
30 piezas!! Casi nada... 

Así que poco a poco fui haciendo el oso prototipo, cosiendo, descosiendo , volviendo a coser, estornudando, y repitiendo piezas porque corté dos brazos derechos... con lo zurda que soy yo !! 
El día que lo rellené de guata fue alucinante ver como iba "cobrando vida".
Es el oso más suave y amoroso que haya tocado jamás. Es como si estuviera hecho de nubes.
Y llego el momento de la entrega y de que se conocieran...

Con la labor terminada para cerciorarme de que el patrón quedaba bien, me puse manos a la obra con el de Alaia. 
La experiencia no me sirvió de mucho porque las telas de los osos son completamente diferentes y la forma de coserlas también.
Empecé marcando las piezas en la tela
Cortando... Uniendo...
Los ojos y la nariz de seguridad me costó tanto colocarlos, que creo que antes se quedará sin cabeza que sin ojos.
Bordé su nombre en una patita con el hilo de DMC que brilla en la oscuridad (pero poco)
Una vez rellenado, le bordé la boca (sonriendo, claro).
Y como estaba tan orgullosa de mi creación y lo paseé taaaaaanto, le tuve que dar un bañito ...
Ya sólo faltaba que Alaia llegara al mundo...
y llegó! 7 de Mayo a las 10:15 h casi a la misma hora que entraba el oso en Madrid. Porque yo, al principio, pensaba habérselo enviado al Hospital, pero decidí no arriesgarme y llevárserlo en persona, no fuera a ser.

Ha sido un proceso súper bonito, muy laborioso y muy gratificante de principio a fin. Espero que les acompañe siempre, en las noches más oscuras y en los sueños más bonitos. 

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